jueves, 23 de agosto de 2012

¿Y cuando...?

¿Y cuando los planes no salen como queremos?

¿Y cuando pensamos "si podía haberlo hecho mejor... por qué no lo hice"?

¿Y cuando intentamos desahogarnos y acabamos ahogándonos del todo?

¿Y cuando escribimos el futuro sin contar con el presente?

¿Y cuando haces y sale mal?

¿Y cuando no sale nada porque no haces?

¿Y cuando quieres echarte temprano y nunca lo consigues?

¿Y cuando algo sencillo te emociona?

¿Y cuando sientes que no estás sola?

¿Y cuando haces reír a alguien?

¿Y cuando aunque se esté lejos se está cerca?

¿Y cuando...?


"Algunas veces me vuelvo hierba, y me dejo mecer por el viento... Y algunas veces de algunas veces el viento me apodera; entonces yo no dirijo, por más que lo intento no puedo... así que no me queda más remedio que por unos segundos abandonarme y bailar con él. Durante ese instante me mueve de todas las maneras posibles, y dibujo formas inimaginables en el aire y busco recovecos donde no los hay... incluso a veces duele... pero dura poco y cuando me libera y me sostengo, me siento ligera y distinta...y soy más hierba que nunca."



Para vosotros... sabéis quienes sois. Mil besos y cuando queráis, estoy.







jueves, 15 de marzo de 2012

París 1830 / Gijón 2012

Ayer fuí por primera vez a la ópera. La obra La Boheme, de Puccini. Todavía no se me pega la ropa al cuerpo. Me encantó, se me pasó volando (y mira que hubo descansillos) y cuando me dí cuenta ya había acabao... Una obra romántica por excelencia en la que hay muerte por tuberculosis incluída (ye o no romántico ¿eh?). Me respigó la música, los solos, duetos, tríos, cuartetos, quintetos y más. Cómo sonaba (tampoco tengo con qué comparar, cierto, pero da igual) la orquesta, el empaste de voces, la música que acompaña la trama encajando perfectamente con el argumento... Que me emocioné y todo más de una vez. Al final creo que me voy a acabar aficionando en serio, porque ahora sólo espero no tardar en ir...
Así me acostaba yo ayer, en esa nebulosa romántica y trágica a la vez y claro, pasó lo que pasó. Que soñé... en formato ópera. Sí si, se puede hacer porque yo lo hice anoche, final trágico incluído. Soñé contigo, tú, el de siempre y el de nunca a la vez... Hubo encuentro casual (no buscamos una llave en la oscuridad como Mimi y Rodolfo aunque también era de noche) y acercamiento. Pensé que al final todo el sin fin de visualizaciones (dicen eso ¿no? que hay que visualizar lo que quieres que pase una y otra vez porque acaba pasando) deseos y esperanza en que algún día "desamongolaras" y te dieras cuenta de que eres tú habían dado su fruto ¡sí! y sonreía mientras de fondo nos envolvía una área digna de María Callas... hasta que fuímos a tu casa y allí me presentaste a tu novia y me sentí igual de sola que Rodolfo al final del cuarto y último acto, sin mencionar que además a la vez me daba cuenta que me habían robado el bolso... y fin. Por supuesto quedé sentadina en la cama y gané un buen rato de insomnio así, porque yo lo valgo...

En fin... Hoy amacezco con convocatoria de empleo público hecha expresamente para mí (y otros miles como yo, claro) y aunque ya estoy cagaíca (pero bien bien cagá, con perdón) seguiré luchando pa que no me quiten el romanticismo, que triunfe el amor por encima de todo y por supuesto, visualizaré una temporadina más.

El vídeo: Mimi y Rodolfo acaban de conocerse y enamorarse... Él le canta a ella "en tí reconozco el sueño que siempre querría soñar"... El mío necesitaría alguna modificación, la verdad...

Que lo disfrutéis


jueves, 29 de diciembre de 2011

Feliz y revolucionario año nuevo

Hoy voy a hacer un ejercicio saludable.
Acaba el 2011 e irremediablemente hacemos balance del año, y como el año que acaba no ha sido del todo bueno para mí (eso siento, qué vamos a hacer...) voy repasar (por esta vez) sólo lo positivo y voy dejarlo por escrito aquí y ahora, para que me empape, me sitúe y me anime a "atacar" el 2012 como se merece, es decir, con alegría. Por eso, destaco de este año que acaba y que nunca más va a regresar (pa bien y/o pa mal) la sonrisa de mi ahijada, los paseos en bici a la orilla del mar, los días de sidra, la boda de Natalia y Juanjo, ver por fin la cara de "Bartolín" y darle el primer beso, la primera ducha de mi padre después de un mes sin poder moverse de la cama, tener noticias de gente que quiero, sentir que mis amigas están "asquerosamente" (con cariño) enamoraes, el primer cumpleaños de Lucía, que el trabajo de la mi hermana siga pa´lante, les conversaciones nocturnes que no quiero acabar aunque me muera de sueño, estrenar coche, "esa" felicitación de cumpleaños, un concierto en Avilés con una buena amiga, les fiestes de Ceares, meteme en la cama después de trabajar de noche, tocar la guitarra, conseguir llegar a la Ñora en bici, ganar al frontón (porque casi siempre pierdo), un atardecer de otoño, el 15M, volver a trabajar en el hospital, la comida de mi madre (cualquiera pero sobre todo les fabes y si les comemos los cinco juntxs ya lo mejor), soñar contigo, el 18 de septiembre, los planes y el trabajo de conexión, un capítulo de "Inés y la alegría", que IU subiera en les elecciones, que estuviéramos todxs en las bodas de oro de mis tíos, juntarnos las cinco, el faro de Lastres, los viajes a Madrid, a Barcelona y a Santander, los goles del Sporting, los dorsales 114 y 115 en la ciclocostera de LLanes, la Nochebuena en casa, encontrar la areta, tener contrato hasta febrero, salir a mar abierta y más coses que ya no escribo pero que no son menos importantes...

Así, a este ritmo, empiezo el 2012

Feliz añu nuevu, ojalá venga lleno de esperanza, lucha, alegría... y sobre todo de mucho mucho amor.




martes, 29 de noviembre de 2011

Habitación 422

Una tarde cualquiera en un hospital comarcal, en la habitación 422, dos mujeres guardan silencio. Las dos están en reposo (no se pueden levantar de la cama), en dieta absoluta (tampoco pueden comer ni beber nada), con sueros... y son octogenarias. Maruja, en la cama A, tiene alzheimer; viuda desde hace más de veinte años, el único hijo que tuvo se murió sin llegar a cumplir los cuarenta en un accidente en la mina. En algún momento de claridad aún se acuerda de él, y cuando lo hace, se entristece y una nube aparece en su cara y son los únicos momentos en los que Maruja no sonríe. El resto del día se lo pasa riéndose, con cualquier cosa, todo está bien para ella, aunque dice que tiene 51 años y que vive en su piso de toda la vida Maruja está institucionalizada desde hace varios años pero claro, ella no se acuerda... Pilar que ocupa la cama B, está consciente y orientada, pero obsesionada con el suero que cuelga encima de su cabeza y que a través de un cable largo que se le enrolla contínuamente entre los brazos gota a gota se va introduciendo dentro de ella. Parece mentira pero Pilar nunca antes estuvo ingresada. Tuvo tantos problemas y trabajó tanto por su familia que nunca se permitió enfermar porque sencillamente no podía. Lleva pocos años viuda, y desde que su marido se fue ya no es la que era. Aún vive sola, sus hijos apenas la visitan y desde que está en el hospital han ido sólo una vez a verla. Es la primera vez que está ingresada y todo es raro y difícil para ella.
La tarde pasa como pasan todas las tardes y a las nueve de la noche en la habitación 422 no han tenido visitas.

Mi Maruja y mi Pilar (que no son ni Maruja ni Pilar) me preguntaron a última hora de la tarde dónde vivía, si tenía coche y si tenía que hacerme yo la cena cuando llegara a casa porque "¡ay prubina nena!, vas llegar muy tarde"... Maruja me dijo que ella en su casa aún cocinaba en su cocina de carbón (qué mujer con 51 años no cocina) y las tres nos reímos.

Yo no sé si llegaré a los ochenta ni en qué condiciones lo haré: si viviré sola, en una residencia o con los hijos que todavía puedo llegar a tener algún día (por qué no).... Tampoco si cuando esté en una cama sin poder moverme y pase una tarde entera sin que nadie me visite y me sienta sola y me ataquen los recuerdos y eche de menos a la gente que quiero y tantas y tantas cosas que a una le puede dar por pensar, me preocuparé de la enfermerina de turno que ande por ahí, como Pilar y Maruja se preocuparon por mí.



Foto: "Ancianas" óleo sobre lienzo de Laureano Quesada Jiménez


domingo, 6 de noviembre de 2011

De mayor quiero ser...

Retomo y vuelvo con un tema del que ya tenía yo gana de escribir. Una entrada que tenía pendiente desde hace meses y como ahora no estoy en un buen momento sobre todo en lo que inspiración se refiere, pues me lo pongo fácil a mi misma y elijo volver con esto.

El tema de hoy es...

¡¡Profesiones románticas!!

Sí, cómo lo leéis. Para mí existe un grupo de trabajos llenos de... no sé qué decir para no volver a decir "romanticismo", pero por ahí va la cosa. Por ejemplo. La profesión de cartero. Pensar que eres un "transmisor", que llevas buenas (vamos a ser un poco optimistas) noticias además de facturas sí, pero también felicitaciones, conjuntos de letras que expresan sentimientos, fotos de algún nieto/a en la distancia, giros postales que arreglan un mes o dos o más... transportar palabras de amor, por qué no... cartas que se guardarán vidas enteras... ¿quién puede decir que esto no es romántico?
Pero para mí, aún por encima del cartero, el maquinista de tren (otra que me gusta mucho, algún día puede que también lo explique), cocinero/a (dicen que comer es el mejor placer que se disfruta con la ropa puesta), floristero/a (te lo digo con flores...) y otras cuantas más, para mí, el oficio más romaaaaaantico que me puedo imaginar es el de farista (o farero/a); siempre a mar abierta, con la mirada puesta a lo lejos pero sin descuidar lo que está cerca a la vez, ayudando a no encallar, de forma silenciosa, sin ruido pero haciéndose notar, rasgando la negrura de la noche, sabiéndose necesario, vital, marcando el camino, dando referencia... En fin... ya está... compartido queda...








lunes, 18 de julio de 2011

¡¡Reto conseguido!!

¡¡LLEGUÉ!!

La verdad que fue menos de lo que pensaba. Bocadillo en la mochila, agua y pa´lante. ¡El reto del verano conseguido!. Aunque no me bañé porque el día cerró cuando llegué, allí estuve ¡¡sii!! Estoy contenta porque además disfruté un montón de las vistas, de la naturaleza y del mar sobre todo (hoy tenía fuerza y cambiaba continuamente de color, entre el azul marino y el gris, y cuando salía el sol se tintaba de turquesa... una pasada...). Sudé pero mereció mucho la pena. Para mí que hace relativamente poco que hago deporte ha sido un gran reto así que ¡volveré seguro! Además... refresqué ¡qué más quiero! jajaja ¡quién sabe! a lo mejor hasta acabes leyendo esto "mocín sin camiseta de bici blanca y roja"... (aquí queda por si acasu, que el destino a veces ye juguetón oye)

Os dejo una foto que lo demuestra, por supuesto...






martes, 21 de junio de 2011

El verano ya llegó

Oficialmente ya estamos en verano. Qué cosa eh... siempre ye noticia que empiece el verano, el otoño... siempre lo dicen, añadiendo la hora exacta en la que se produce el cambio de estación ¡ohhhh! A mí no me disgusta, que conste; es más, debería anunciase con más énfasis no la estación si no cada día que estrenamos y así tomar conciencia de lo que eso significa: que empezamos un día que nunca va a volver, que puede ser el últimu (la vida a veces ye así de imprevisible) o el primeru (¡por qué no!) de nuestra vida y que por eso cada día ye especial y si lo desperdiciamos estamos equivocándonos...

Así también pasa con el verano. Para mí, este verano 2011 va a ser diferente por varios motivos: tras varios años en los que sí tuve, este año de nuevo no tengo vacaciones, así que me toca trabajar (y dar gracies por ello) y esperar que los descansos me favorezcan y se me hagan muuuy largos. Por otra parte, este verano tengo boda: sí, también tuve el verano pasado, y el anterior... pero esta boda ye muy especial porque aunque los vamos a casar fuera de Asturias a mí me cae "muy cerca". También tengo un reto para estos meses: ir en bici a la playa de La Ñora y lo voy a conseguir seguro. Otra cosa que hace especial este verano (y todos los veranos que me toquen vivir a partir de ahora), es que va a cumplir su primer año mi ahijada y esto no pasa todos los días... y por último y no por ello menos importante, porque tengo el presentimiento que algo está cambiando y va a cambiar este verano, en general (disfrutro más viendo los telediarios ¿por qué será?) y en lo personal también, y cambiará a mejor fijo fijo fijo...

¿confirmaré estos "pálpitos" cuando empiece el otoño?

Me temo (sin temor) que si...

Mientras tanto este veranito alegrémonos los corazones