martes, 8 de febrero de 2011

Por un beso... y una flor

"Jaime no podía hablar. Cada vez que lo intentaba las lágrimas saltaban de sus ojos y la voz se le quebraba. La tarde anterior había tenido un pequeño accidente. Se había caído cuando intentaba coger una flor de un arbusto. A ella le encantaba que le regalara una a la vez que la besaba y a él la sonrisa que ella le devolvía cada vez que así era. Se había caído así, sin más, sin resbalar, sin tropezar ni marearse... simplemente de repente se cayó. No se había roto nada pero tenía un buen golpe en la rodilla izquierda, la cual estaba tan hinchada que no se distinguía la articulación y comenzaba a ponerse bastante morada. Cuando consiguió levantarse no sin dificultad y comprobó que aunque con dolor podía caminar se fue a casa. Aquella noche casi no habló en la cena. Bastante tenía con controlarse. Jaime no comprendía cómo el paso del tiempo le había convertido en un "blandengue" y es que varias veces al día alguien se metía dentro de su pecho y le estrujaba el corazón. A veces era un recuerdo de cuando era niño, de cómo su madre le acariciaba el pelo cuando enfermaba, otras recibir un beso de sus nietos, otras enterarse de que otro amigo suyo había muerto... aunque la mayoría de las veces era ella. Recordar su olor, sus manías... sus últimas conversaciones cuando ya hablaban sin tapujos y con serenidad de lo vendría... Aquella noche en la cama apenas durmió, sólo consiguió llorar, lloró porque la echaba de menos. Diez meses sin ella era demasiado... Lloró de tristeza, porque no volvería a robar ninguna flor... Lloró también porque le dolía la rodilla, en la casa de su hija donde vivía desde hace diez meses no sabía dónde estaban los "neobrufenes" y no quería que se preocuparan más por él... y lloró porque durante los únicos quince minutos que pudo dormir, no pudo soñar con nada..."

Esta historia no es así del todo, pero sí muy parecida; él no se llama Jaime pero sí que lleva diez meses sin ella y llora porque en casa de su hijo no sabe donde está el betadine... y a mí esta semana es él el que me estruja el corazón.

3 comentarios:

juanjo dijo...

Chapines... lo estás bordando. Ya se te echaba de menos y estaba por escribirte pa que volvieras a escribir. Gracias por no dejarlo. Me ha gustado de verdad.

NATALIA dijo...

Gra , que siempre me sacas la lagrima.Estrujasteme el corazón.Bss.Te quieeeero

Chapines dijo...

Yo también te quiero mucho Nani. Gracies por escribir y Gracies Juanjo por estar, porque siempre me motives a seguir compartiendo. Besos pa los dos